¡Hola Humano!
.
Ojalá hayas tenido una buena semana desde la última vez que nos leímos.
.
.
Tengo una buena noticia:
Hoy vamos a comenzar oficialmente con las lecciones.
¡Yay!
.
I mean, vamos al grano, pues.
.
.
A ver, no sé si me conoces de Instagram,
Si llegaste acá desde otra plataforma, esta es mi cuenta: @rebecamassiel
.
Bueno, en esa cuenta he dejado evidencia
de toda la evolución estética que he tenido desde que bueno… existe Instagram.
.
Pero hubo un punto de inflexión bien importante,
y tiene que ver con la historia que te conté en el primer correo que te envié.
Sí, esa del 2022. Uff, terrible.
.
Tenía un depa y (un corazoncito) vacío (awww),
Estaba así como medio perdida y desmotivada.
Ya quien era viviendo en pareja
no encajaba con la Rebeca que viviría sola.
.
Y además, era la primera vez que iba a vivir sola
y que tenía toda, TODA, la libertad para ser yo misma.
Y bueno, crecer en mi propio espacio de tierra.
.
Entonces bueno, comencé a imaginarme
un montón de cosas que quería para mi casa.
Admito que la mayoría de la inspo salió de Pinterest.
.
Pero lo que se que le pasa a mucha gente con Pinterest,
es que lo tienen como una ensalada,
que al final aporta menos de lo que ayuda.
Pero eso después, después.
.
.
Bueno, el moodboard terminó siendo este:
.
Y te voy a decir acá las razones detrás de él.
Yo antes no pensaba en color, siempre fui más como de beiges y colores tierra. Los colores aparecieron por un lado porque no me gustaba la percepción que tienen en Chile sobre el color “uy, muy caribeño y flaite”, y a mí me gusta llevar la contraria y educar a la gente.
También en mi trabajo siempre he tenido un estilo muy limpio y por bloques visuales. Así que cada vez fui agregando bloques de colores que enriquecieran visualmente mis propuestas.
Luego comenzó a ponerse muy de moda el estilo nórdico-colorido, donde se aplican muy bien estos dos principios: color rico, y limpieza.Comencé a pensar y a tomar decisiones a partir de bloques de color. Eso era una característica importantísima que había definido para lo que venía. (Más adelante explicaré esas características nucleares que le dan vida al estilo personal).
Pero este tipo de decisiones ya sea una característica de color, de material, o de diseño, es lo que facilita INCREÍBLEMENTE la vida.Estos bloques de color tenían que ser limpios. Es decir, sin perolitos, sin adornos extras, sin nada más que lo que fuera indispensable para el objeto.
.
Así que te detallo acá el pensamiento detrás de cada objeto:
Quería una silla que fuera el centro de atención de mi sala/comedor/living. Tenía que ser un color potente, y debía ser bien ✨limpia✨.
La de la derecha tiene muchas cosas: sitial + patas + cables + pernos. Demasiado ruido visual y demasiados colores.
La mesa fue un reto: encontrar algo que fuera bien con el tamaño mini de mi cocina, que se viera delicado y luminoso. La mesa blanca de la izquierda es un bloque visual demasiado pesado, sin contar que el material lo hace ver triste y común. Las patas son demasiado angulares y le dan un toque muy grotesco. También que sea rectangular, hace que los espacios se vean muy duros. Y los dos colores distintos hacen un corte visual extra innecesario.
En cambio, la mesa redonda, abre mucho el espacio, el material se acerca más a madera real, las terminaciones redondas le dan más placer a la vista y se ve muchísimo menos pesada. El color también ayuda a iluminar el espacio.
Cuando compré la mesa de comedor, supe que no quería tener 4 sillas gigantes alrededor de la mesa. Primero porque el espacio es muy pequeño, y segundo porque MEH… Y mucho menos, sillas iguales… Así que opté por comprar dos sillas y dos taburetes.
De nuevo, que se vieran limpios y de un solo color. El taburete de la derecha es DEMASIADO, tope + patas con detalles + más gomas + cables 😵💫.
Con respecto a las repisas, mi depa tiene muy pocas paredes libres, y de nuevo, es bastante pequeño. Haber decidido comprar un estante alto y así de grande como el de la izquierda, hubiese ocupado muchísimo espacio visual. Sin contar que el material (melamina) es poco duradero y no muy lindo.
Otra característica importante con los libreros o repisas, es que no está bueno que sean muy altos. Lo más armonioso es que sean bajos y si tal, agregues una repisa extra arriba. Pero sino, el espacio se reduce enorme.
Compré el metálico de la derecha porque siento que el material es muchísimo más sincero: es aluminio y ya, no es un plástico queriendo pasar por madera. Ese es el color real, es súper liviano a la vista y no le quita protagonismo a lo que contiene.
Con respecto a los maceteros; uff! qué difícil en este país conseguir maceteros lindos y no tan caros. Ikea me ha salvado de muchas. Lo más común que veo son estos maceteros de madera que son un bloque. Sí, bueno, ecológicos y todo, pero son demasiaaaaado pesados a la vista, se dañan muy rápido, y los ángulos y grosor de todo los hace súper grotescos.
Prefiero siempre intentar optar por cerámica, barro o un buen plástico (me refiero a que no sea endeble, sino duradero), que tengan un diseño limpio, sin demasiado ángulo o detalles o perolitos.
Bueno, las mantas son un tema complejo: las buenas y bonitas son caras, y las baratas son horribles casi siempre. Pero, en este país de frío, uno a veces tiene que salir corriendo a resolver.
PERO, ya yo tenía una manta fea, así que dije: si me vuelvo a comprar otra, tiene que ser bella, de un material real (lana, lino o algodón) y que además me guste visualmente.
No tienen idea lo mucho que cambia una buena manta o cubrecama. De hecho, uno de los espacios visuales más grande es la cama. Así que si eso está visualmente hecho un desastre, lo demás, por más bello que sea, se verá desordenado.
VASOS. La gente los subestima. “No voy a pagar tanto por un vaso, se rompen”. Es cierto, yo lo he pensado también. ¿Pero saben qué es satisfactorio? Sentarte a comer con una mesa bella con objetos bellos que te hagan cariñito en los ojos mientras comes. O recibir a un invitado en casa y que le entregues una cosa bella en sus manos 😮💨 (Lo siento por las mamás y papás que leen este correo 🥹)
Yo no sabía que estaba tan mayor, hasta que un día que entré a un Sodimac, el objeto con el que más me obsesioné fue con una ENSALADERA. ¿QUÉ? Yo casi ni como ensaladas. Pero esta belleza, encima de mi mesa redonda. CRISTO, QUÉ HERMOSO.
Incluso, me dieron más ganas de comer ensalada solo por presumir y tener la oportunidad de ver ese bowl sentado en medio de mi mesa 💝.
Por último, este es el mejor ejemplo de: literalmente me senté a revisar mis prioridades para poder comprar con consciencia las cosas que quiero y necesito en esta nueva etapa de mi vida.
Esta máquina de coser la vi incluso antes de comenzar a estudiar vestuario. Incluso antes de saber si llegaría o no a Chile. PERO ES QUE MIRA ESA BELLEZA. MIRA ESE BLOQUE DE VERDE 😩💝.
Yo no quería algo con florecitas moradas, o con cosas “de mujer” porque las máquinas de coser las compramos “las mujeres”. Yo quería mi vaina regia, con presencia, que se viera imponente en mi estudio.
.
Y bueno, terminé esta sección como demasiado eufórica jajajajaj.
Me voy a calmar.
.
.
Aunque ya va.
Hay algo importante que te tengo que recordar antes de que te vayas.
El correo de la próxima semana no lo vas a poder leer ;(
O sea, a menos que te suscribas y me brindes un un cafecito o un matcha para poder seguir escribiéndote estos correos con el corazón calientico 🥰
Es un café al mes nada más.
👉🏼 Aquí 👈🏼
.
De esto hablaré en ese mail que quizá no te llegue y te lo pierdas ;(
¿El minimalismo se trata realmente de “quitar” todo?
¿Por qué mi minimalismo igual se ve triste y sin vida?